Me enredo y me desenredo
con el aire por el centro.
y aunque mi nombre lo diga,
En un pueblecito pequeño se conoce todo el mundo, y va un tio a confesarse; al cabo de unos minutos, cuando este hombre no se ha confesado de ningun pecado contra el quinto mandamiento, el cura le dice:
- Manolillo, tio, no estaras tonteando con alguna mujer ajena.
- No padre, de verdad que no... [...]
En la oficina, un funcionario comenta con su compañero.
* ¡No sabes qué suerte tiene mi mujer!
* ¿Qué dices?
[...]