Una mujer va al medico quejándose de que ya no hace nada con su marido,
y el medico le da unas pastillas y le dice que le de una de vez en cuando y que
ya notara la diferencia. La mujer se va de la consulta sin confiar demasiado en
las pastillas, así que a la mañana siguiente se las echa todas al café de su
marido.
El doctor la llama al cabo de unos días para preguntar como va el tratamiento,
y responde su hijo:
- Pues mire, mi madre ha muerto, pero mi padre insiste en que no la enterremos.
Mi hermana esta embarazada y a mi me duele el culo. Mi padre ahora mismo esta
en el jardín, desnudo y llamando al gato, y dice que no quiere ponerse.