Un chico va de compras y le pregunta al frutero:
- ¿Tiene naranjas?
- Sí.
- Bueno deme un kilo de manzanas.
Al otro día vuelve...
- ¿Tiene peras?
- Sí.
- Bueno deme un kilo de plátanos.
Fueron pasando los días y el verdulero se encuentra con el padre del
chico y le cuenta que su hijo todos los días le pregunta si hay una
cosa y se lleva otra. El padre lo interrumpe y le dice:
- Bueno, no se preocupe que cuando llegue a mi casa, me saco el
cinturón y lo muelo a escobazos.